EL NOMBRE DEL INSTITUTO

EL año 1960, una instancia dirigida al Ilmo. Sr. Director General de Enseñanzas Medias decía lo siguiente:

“El Claustro de este Instituto, en reunión celebrada el día 10 de Junio del año en curso, aprobó por aclamación la propuesta del Director que suscribe y que copiada literalmente dice así:

"Teniendo en cuenta la relevante personalidad del Cardenal D. BERNARDO DE SANDOVAL Y ROJAS, natural de esta villa, así como sus dotes de piedad y ciencia, que hicieron que los sumos Pontífices y los reyes lo designasen para ocupar los más altos cargos de la Iglesia y del Estado, y considerando la especial protección que dispensó a los grandes artistas y literatos de su tiempo, proponemos solicitar ... que en adelante el Instituto de Aranda de Duero se denomine INSTITUTO NACIONAL DE ENSEÑANZA MEDIA "SANDOVAL Y ROJAS" como homenaje a nuestro ilustre paisano, así como también que a la solicitud se acompañe una breve biografía del Cardenal; y en su día se adquiera una copia del retrato pintado por Tristán, que figura en la catedral de Toledo para colocarlo en un lugar destacado del centro".

El permiso solicitado fue concedido, la biografía fue redactada por el entonces director, Pedro Sanz Abad. Igualmente, en cumplimiento del acuerdo del Claustro, el profesor de Dibujo D. Mariano Sánchez, gran profesional y magnífico copista, hizo la copia del cuadro original de Luis Tristán, que cuelga actualmente en la dirección del Centro.

 

 

D. BERNARDO DE SANDOVAL Y ROJAS

(Artículo del Catedrático de Gª. e Hª. de este Centro, D. Jesús Moral, publicado en la revista editada en 1988 con motivo del 60º aniversario de su creación)

 

I. LA FAMILIA SANDOVAL

La familia Sandoval constitu­ye una de las grandes casas de la aristocracia castellana en el paso de la Edad Media a la Edad Moderna. Parece que su origen más remoto se asienta en uno de los descendientes del conde castellano Gonzalo Téllez, emparentado con Fernán González. En la Baja Edad Media ya suenan personajes importantes de esta familia, pero será en 1.484 cuando los RR.CC. den a Diego de Sandoval el título de marqués de Denia. Su hijo Bernardo de Sandoval y Rojas fue nombrado primer conde de Lerma y mayordomo mayor de la reina Juana, y estuvo encargado de su custodia en Tordesillas. Bisnieto de éste será Francisco de Sandoval y Rojas (1552-1623), primer duque de Lerma y valido de Felipe III.

Esta familia tiene otra faceta importante y es que, como dice Domínguez Ortiz, formó una especie de dinastía arzobispal. D. Cristobal de Rojas y Sandoval (1504-1580), hijo ilegítimo de D.Bernardo Sandoval y Rojas, fue obispo de Oviedo y Córdoba, cardenal y arzobispo de Sevilla; su sobrino y protegido D. Bernardo Sandoval y Rojas (1546-1618), que es el personaje que nos ocupa, llegó a ser primado de España gracias a su pariente, el duque de Lerma. D. Baltasar Moscoso y Sandoval (1589-1655), sobrino de D. Bernardo y hermano del duque de Lerma, fue nombrado a los 26 años cardenal, después obispo de Jaén y Arzobispo de Toledo (1).

II. D. BERNARDO DE SANDOVAL Y ROJAS. ARZOBISPO DE TOLEDO.

De una antiquísima y aristocrática familia procede, por lo tanto, D. Bernardo, que, como sucedió siempre a los segundones, se les destinaba a diversos cargos eclesiásticos, militares o palatinos. En efecto, D. Bernardo fue el segundo de nueve hermanos nacidos de D. Hernando de Rojas y Sandoval, y de Mª. Chacón de Guevara. Por parte de sus abuelos paternos se encuentran en la familia antepasados como D. Álvaro de Luna, el favorito de Juan II y Dña. Juana, madre de Fernando el Católico.

Su padre, que tenía importantes cargos palatinos, tuvo que residir en Valladolid, Aranda de Duero y otros muchos sitios. Fue en esta residencia de Aranda de Duero, en una casa céntrica de la acera de la Plaza Mayor, como dice Silverio Velasco (2), donde nació el 20 de Abril de 1546; su partida de nacimiento, que figura en el libro primero de Bautismos de la parroquia de Santa Maria donde fue bautizado, y que nos ha trasmitido Silverio Velasco, dice así:

"Lunes XX de Abril de dicho año (1546) se bautizo don berlaldo yjo de don hernando de rrojas fue su padrino lu.º de rre.º y su madrina la de sancho de arauzo en fe de lo cual lo firmo de mi nombre.Dío. de oviedo" (3). Aranda era, en estos mediados del siglo XVI una villa a la que podemos catalogar del tipo medio dentro de Castilla, con una población que rondaba los 5.000 hts; y que, a finales del siglo, según el censo de 1591, era como sigue:

- Había 1233 vecinos, de los cuales 1.178,5 eran pecheros, 26,5 eran hidalgos, 24 clérigos, 4 religiosas y 76 religiosos. Esto suponía una población de 5.500 a 6.000 hts. Esta población de predominio pechero, pero con una cierta presencia de familias hidalgas, era esencialmente un núcleo rural dedicado a tareas relacionadas con el trabajo de las viñas, la obtención del vino y su comercialización, pues, como dice Huetz de Lemps, Aranda era el principal centro vitícola de la región, donde la producción es una de las más considerables que hemos encontrado -dice el autor- para una sola aglomeración y la mayor parte del terreno se dedicaba a la producción de vino (4).

En este contexto socioeconómico, brevemente esbozado, pasó D. Bernardo algunos años de su infancia, que compartió con otras poblaciones como Buitrago y Tordesillas y otras villas a las que su padre se tuvo que desplazar para atender los cargos que desempeñaba. Pero de cualquier forma, se conoce poco de estos años.

D. Crístobal, obispo de Oviedo, que era tío suyo, sintió por él un gran afecto y le ayudó, incluso económicamente, para que pudiera estudiar en Alcalá. Tenía D. Bernardo 16 años cuando se desplazó a la Universidad de Alcalá, donde tuvo como maestro a Ambrosio Morales, cronista del Rey. Así figura en las listas del curso 1562-1563; allí tuvo como compañeros nada menos que al príncipe Carlos, D. Juan de Austria y Alejandro Farnesio, según dice Astrana Marín (5). En 1567 obtuvo el título de Licenciado y posteriormente se trasladó a Salamanca para estudiar Teología durante los años 1568 a 1674. En estos años es muy probable que recibiera lecciones de Fray Luis de León, como señala Rafael Lainez Alcalá (6), pues desde 1565 explicaba sus lecciones en Salamanca. También por estos años muere su padre y, por otra parte, conoce y traba amistad con Vicente Espinel.

Desde 1574 hasta 1599, año en que es nombrado primado de Toledo, hace notables progresos en la carrera eclesiástica, en parte por méritos propios y en parte por influencia de sus familiares. En efecto, ordenado sacerdote se lo llevó a Sevilla su tío, D. Cristobal, que por esos años era Arzobispo de esta ciudad, y le nombró canónigo y arcediano de Écija.

Felipe II le propuso para ocupar la silla episcopal de Ciudad Rodrigo. Fue consagrado obispo en 1585. De Ciudad Rodrigo pasó a Pamplona, donde desempeñó su cargo desde 1588 a 1595. En esta ciudad convocó un sínodo y realizó una importante labor pastoral visitando todo el territorio que se componía de 1500 pilas, es decir, iglesias parroquiales, muchas de ellas situadas en territorio pobre y montañoso, como relatan algunos cronistas.

En 1595 pasó a ocupar la sede episcopal de Jaén, donde tuvo que intervenir, por orden del Papa Clemente VIII, en el difícil litigio que tenían Segovia y Úbeda por el cuerpo de San Juan de la Cruz. En la muerte de Felipe II, acaecida en 1598, D. Bernardo dictó un importante panegírico en Baeza.

Con Felipe III en el trono, el Marqués de Denia, D. Francisco Sandoval y Rojas, que, además, era duque de Lerma convertido en hombre de confianza del rey influyó para que a D. Bernardo, que era tío suyo, se le nombrara cardenal en 1599. Este mismo año, muerto el arzobispo de Toledo, se le nombrará en efecto para este cargo. Son los momentos de plena influencia del duque de Lerma. Esto fue determinante para que, entre diversos pretendientes, se eligiera a D. Bernardo, que, por otra parte, ya era un hombre experimentado y con notables méritos. El Papa Clemente VIII, en pergamino que se conserva en el archivo de las monjas Bernardas de Alcalá, le nombra Primado de la sede Toledana. Desde Jaén se trasladó con dificultad a Toledo, pues este año de 1599 fue dramático para toda España por la fuerte epidemia que se desarrolló. Hasta finales de Septiembre no llegó a tomar posesión de su sede en Toledo.

No terminaron aquí los cargos acumulados en su persona, pues en el primer año de su mandato en la sede toledana el rey le nombró consejero de Estado y, posteriormente, siempre en función de la influencia de su sobrino, valido del rey, se le propuso para Inquisidor General. Este nombramiento le vino de Roma en 1607. Sin embargo parece que al principio no estuvo muy interesado en este cargo aunque después lo llegó a desempeñar con gran rigor. Ya por estos años las relaciones con el duque de Lerma comenzaron a enfriarse y los contactos con él se redujeron a lo puramente formal. Comenzó, sin embargo, a tener más simpatías por su hijo, el duque de Uceda. También es importante tener en cuenta que en estos años se dedicó a la expulsión de los moriscos, y, por lo tanto, ante todos estos acontecimientos, cabe preguntarse muchas cosas que no quedan claras: ¿Cuáles fueron realmente las relaciones entre D. Bernardo y su todopoderoso sobrino?. Se conserva parte de la correspondencia que hubo entre ellos. La ayuda que el duque de Lerma prestó a D. Bernardo no fue siempre gratuita sino, más bien, guiada por la insaciable codicia del duque: según un documento que nos ha transmitido Astrana Martín, el arzobispo de Toledo, D. Bernardo, estuvo pagando a su sobrino 2.000 ducados al mes durante los años 1599 a 1609 (7). ¿Qué papel desempeñó el arzobispo de Toledo como consejero de Estado en la política del momento?; por ejemplo, en la expulsión de los moriscos. Parece que no fue un hombre muy dado a los asuntos políticos. ¿Y qué papel desempeñó realmente como Inquisidor General?. En este campo si pudo tener una influencia muy destacada. Tuvieron hacia su persona importantes muestras de agradecimiento y elogios Cervantes, Lope de Vega, Vicente Espinel y muchos más; pero estos elogios ¿fueron realmente sentidos o más bien halagos hacia una personalidad .influyente?. ¿Qué contactos tuvo con El Greco que en estos años desarrollaba su gran labor artística en Toledo?. Hizo El Greco tres retratos de personalidades de la iglesia: el del arzobispo Tavera, el del Inquisidor y cardenal Fernando Niño de Guevara y el del cardenal Quiroga. No hizo muchos, por tanto. Quizá responda esto a lo que dice Marañón, que El Greco no gustaba de tratar con magnates del mundo ni de la Iglesia (8). Lo cierto es que el retrato que conservamos de D. Bernardo fue hecho por Trístán, un colaborador y discípulo de El Greco, que está ya muy lejos de la inspiración genial del maestro. Sin embargo, el retrato que hizo El Greco del cardenal inquisidor Fernando Niño de Guevara, que se encuentra en el Metropolitan Museum de Nueva York, se tiende actualmente a considerar, por algunos autores, como retrato realmente de D. Bernardo, pues coinciden mucho sus rasgos físionómicos (9).

Estas y otras muchas cuestiones quedan por resolver sobre este personaje que da el nombre al l.B. de Aranda de Duero del que este año celebramos su sesenta aniversario.

En los últimos años de su vida, desde 1611 hasta su muerte en 1618, se pueden destacar algunos aspectos importantes: Las relaciones con el duque de Lerma son cada vez peores y se va formando un grupo en torno a su hijo, el duque de Uceda, por el que parece que tomó partido D. Bernardo. En estos años hace el traslado de los restos de sus padres a la capilla del Sagrario de la catedral de Toledo. Hay dentro del cabildo de la catedral un sector de oposición hacia su persona. Interviene en la fundación del convento del las monjas Bernardas de Alcalá. Su muerte aconteció el 7 de diciembre de 1618.

 

III. ANEXOS

I. Opinion de Simon Contanní embajador veneciano. Dice en 1605:

“El cardenal de Toledo es hombre que afecta la justicia y la razón, poco práctico en cosas de estado ni otra alguna; hombre de verdad y que se ceba de lisonjas y vase tras los muchos; es poco reposado y tiene más autoridad que mano en los negocios".

II. Versos que le dedicó Lope de Vega con motivo del traslado de los restos de sus padres a Toledo, en 1614.

Goza mil siglos, ya por ti dorados

esclarecido príncipe este día,

en que siendo las pompas funerales

trágicas a los hombres engañados

te damos con aplauso y alegría,

de exequias tristes parabienes tales.

Pluga al cielo que iguales

los años de Néstor, y que tu nombre

con el tiempo veloz corra parejas,

no sólo en cuanto beben tus ovejas

el claro Tajo tu grandeza asombra,

pero del mismo estilo

se cuente por las márgenes del Nilo,

que mi humildad a quien tu amor inflama

será pluma en las alas de tu fama.

Canción desnuda de artificios vanos

a las heroicas manos

de Alejandro Español y dueño mío

como el cristal del labrador te envió,

que en sus grandezas veo

premiado solamente mi deseo.

Lope de Vega

Rimas Sacras (1614)

III. Elogio que hace Miguel de Cervantes del Conde de Lemos y de D. Bernardo Sandoval y Rojas.

“... viva el gran conde de Lemos, cuya cristiandad y liberalidad bien conocida contra todos los golpes de mi corta fortuna me tiene en pie, y vívame la suma caridad del ilustrísimo de Toledo, Don Bernardo de Sandoval y Rojas, y siquiera no haya imprentas en el mundo, y siquiera se impriman contra mi más libros que tienen letras las Coplas de Mingo Revulgo. Estos dos príncipes, sin que los solicite adulación mía, ni otro género de aplauso, por sola su bondad, han tomado a su cargo el hacerme merced y favorecerme; en lo que me tengo por más dichoso y más rico que si la fortuna por camino ordinario me hubiera puesto en su cumbre. La honra puédela tener el pobre, pero no el vicioso; la pobreza puede anublar a la nobleza pero no escurecería del todo; pero como la virtud dé alguna luz de sí, aunque sea por los inconvenientes y resquicios de la estrecheza, viene a ser esti­mada de los altos y nobles espíritus, y, por consiguiente, favorecida."

Miguel de Cervantes.

D. Quijote de la Mancha II. Segunda parte del Ingenioso caballero D. Quijote de la Mancha. 1615.

Prólogo al lector.

 

IV. En el testamento que dejó D. Bernardo Sandoval Rojas hace referencia a Aranda de Duero.

"ítem ordenamos y mandamos que se funde e instituya una capellanía en la villa de Aranda de Duero dende nacimos en la Iglesia mayor en la capilla donde está o estaba entonces la pila bautismal en que nos bautizaron, con cien ducados de a once Reales de Renta en cada año para que la tenga y posea un sacerdote que actualmente lo sea al mismo tiempo del nombramiento en la tal capellanía y no baste ordenarse luego y el tal capellán a de ser natural de la villa de Aranda de Duero con cargo de que cada semana diga cuatro misas por su persona en la dicha capilla o sacristía. Y dejamos y nombramos por patronos perpetuos para que la provean a la Justicia y Regimiento de la dicha villa de Aranda y queremos que la dicha capellanía no sea colativa ni sea necesaria en ella Institución canóniga de ningún Prelado, ni Juez, ni persona alguna eclesiástica sino con el nombramiento de los dichos patronos de la capellanía y goce de sus frutos y rentas en cumplimiento con la carga de misas".

Láinez Alcalá, Rafael. D. Bernardo Sandoval y Roias. Protector

de Cervantes. 1546-161 8.Salamanca. 1958.

Apéndice. Documento 1º. Apartado 29.

NOTAS BIBLIOGRAFICAS

(1) Domínguez Ortíz. Las clases privilegiadas en la España del Antiguo Régimen. Istmo. 1973. Madrid. Pág. 222. Nota 25.

(2) Silverio Velasco. Aranda. Memorias de mí villa y parroquia. Madrid. 1925. Pág. 200.

(3) Ídem. Pág. 200.

(4) Huetz de Lemps, A. Vignobles el vins du Nord-ouest de l'Espagne. Bordeaux. 1967. Pág. 380.

(5) Astrana Martín, L. Vida ejemplar y heroica de Miguel de Cervantes. Madrid 1953. Tomo V. Pág. 356. Nota 3.

(6) Láinez Alcalá, R. D. Bernardo Sandoval y Rojas. Protector de Cervantes. 1546-1618. Ed Anaya. Salamanca. 1958. Cap. II.

(7) Astrana Martín, L. Op. Cit. Pág 362. Nota I.

(8) Marañón Gregorio. El Greco y Toledo. Espasa Calpe. 5ª. Ed. 1968. Pág 294. (1ª. Ed. 1956).

(9) El Greco. Los genios de la Pintura Española. Ed. Sarpe. 1988. Pág 14.